En la noche del primer día de 2017 había algo en el cielo que llamaba la atención. La luna, creciente, estaba prácticamente en línea con Venus y Marte. Venus, como siempre, bien visible si cuentas con cielo despejado y la suerte de que esté en el cielo cuando alces la mirada. Marte, también visible a simple vista, con su característico tono rojizo, aunque mucho menos brillante que Venus.
Desde mi ventana, haciendo la fotografía a pulso y tras intentarlo muchas veces, capté la escena así.
Lo curioso de esta foto es que, aunque no se puede ver, y solo era visible a través de telescopio (tenía magnitud +7.9, imposible de captar en mi foto, y menos a simple vista), Neptuno también debería estar en esa foto. La separación entre Marte y Neptuno era solo de 0.02º.
Que coincidiera una alineación entre la luna y tres planetas con una conjunción entre dos de ellos ha proporcionado una bellísima imagen para comenzar el año. Habrá que estar atentos al cielo para no perdernos el resto del espectáculo a lo largo de todo el año.
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