Después de mis vacaciones de septiembre, nada más empezar a trabajar, me encontré con una sorpresa: él seguía ahí. Todos pensábamos que se había marchado en el mes de agosto, pero algo hizo que no me quisiera abandonar del todo. Seguía siendo él, llamando la atención, despistándome, jugando al escondite para luego reaparecer….era mi amigo el virus de la doble tilde. Nunca supe cómo llegó allí, aunque ya me había visitado meses antes en otro ordenador.
Cuando este virus se manifestó en este PC lo hizo a lo grande. Ya no sólo mostraba una doble tilde cuando quería escribir una tilde normal sobre una vocal, sino que enseñaba mensajes preguntando si quería formatear uno de los discos duros y ocultaba archivos para que pareciera que no estaban allí. También desaparecieron del menú de inicio los nombres de los programas instalados en el ordenador. Vamos, un virus muy habilidoso. En realidad no hacía nada pero asustaba mucho.
Tras haber sufrido por enésima vez esté «virus de la doble tilde», después de unas semanas pensándomelo, decidí cortar por lo sano: no quiero trabajar más en Windows. Me paso a Linux. Y así estoy ahora, terminando de migrar mi herramienta de trabajo a un nuevo sistema operativo.
Al principio es un lío, con copias de seguridad por todos lados y decisiones sobre qué software usar para sustituir a alguno que sólo existiera para Windows. Después de unos días ya está todo casi normalizado, con todo lo necesario para ponerse otra vez en marcha.
Ahora uso Xubuntu y de momento, con mucha ayuda del equipo de informáticos del CIAI y de otros compañeros, parece que todo va sobre ruedas.
Escribo esta entrada por si alguien se está planteando quitarse de encima el Windows (yo ya veo a Windows como el problema que hay que erradicar) y migrar a otro sistema operativo. El cambio no es muy traumático. Se pueden «perder» unos días, pero creo que luego se puede ganar mucha tranquilidad. Además hay mucho software científico gratuito para Linux. Por último, si hay software de Windows que inevitablemente tienes que usar, hay muchísimos que funcionan en Linux usando sistemas como Wine (que es gratis).
En cuanto tomé la decisión de migrar a Linux me encontré esta «broma macabra» sobre mi ordenador personal en casa, pero eso ya es otra historia. 🙂
¡ Buena decisión ! Y gracias por contarlo; esta entrada me servirá de ejemplo para cuando quiera abogar por el cambio en algunos de mis conocidos.
Gracias Victor. Les puedes decir a tus conocidos que de momento sigo encantada con el cambio. Saludos!
Te felicito por tu decisión de migrar a Linux. Al principio, si estás acostumbrado a Windows, puede costar o resultar un poco extraño el cambio, pero al poco te encontrarás como pez en el agua.
Linux tiene multitud de software, y es ¡libre!, eso se agradece, porque a mi Windows no me inspira absolutamente ninguna confianza.
Hola Raúl. Sí, «desconfianza» es la palabra perfecta para describir lo que me estaba inspirando ya el Windows.
Muchas gracias por tu comentario!