Los dispositivos electrónicos táctiles están llegando a un nivel de popularidad asombroso. Claramente el secreto de su éxito está en lo intuitivos que son. Los primeros teléfonos móviles táctiles asustaban, acostumbrados como estábamos a un teléfono de los de toda la vida, pero rápidamente todos entendimos que en realidad los táctiles son más fáciles de usar. Ahora con las tablets la revolución táctil llega a la educación, y se pone a prueba cómo esta tecnología puede ayudar en el aprendizaje. La organización One Laptop Per Child ha realizado un curioso experimento en dos aldeas de Etiopía que han llevado a resultados sorprendentes.
Lo que hicieron los miembros de One Laptop Per Child fue ir a dos aldeas remotas de Etiopía, donde sus habitantes no habían tenido la posibilidad de ver nunca nada parecido a una tablet o un ordenador, y dejar allí unas cajas con unas cuantas tablets dentro. Las tablets tenían aplicaciones ya instaladas, orientadas a los niños de esas zonas. La idea era ver si los niños, que ni siquiera sabían leer, podían aprender a hacerlo ellos solos gracias a los juegos educativos, dibujos animados, películas, libros electrónicos, dibujos, software para dibujar y otras aplicaciones educativas.
Las tablets utilizadas en este experimento fueron las Motorola Xoom, con cargadores solares que unos técnicos habían enseñado a utilizar a los adultos de las aldeas. En las tablets se insertaban tarjetas de memoria que los técnicos cambiaban una vez a la semana, y que servían para registrar datos sobre el uso que los niños hacían de estos dispositivos.
Aunque parezca increíble, los resultados del experimento demostraron que, sin haber utilizado nunca antes un ordenador o una tablet, los niños que ni siquiera sabían escribir en su idioma terminaron leyendo y escribiendo en otro idioma (en inglés) de forma totalmente autodidacta.
Según ha dicho Nicholas Negroponte, co-fundador de One Laptop Per Child, en el congreso EmTech Conference, cuatro minutos después se descubrir las cajas llenas de tablets uno de los niños activó el botón de encendido de una de ellas. Cinco días después cada niños ya usaba 47 aplicaciones al día. A las dos semanas de haber encontrado estos nuevos juguetes ya cantaban canciones en inglés, y en cinco meses ya habían hackeado el sistema operativo Android. Esto último es especialmente curioso: alguien de la organización decidió que los niños no pudieran usar la cámara, pero ellos encontraron la manera de saltarse esa restricción. Además la organización había bloqueado por software la posibilidad de que se pudiera modificar el escritorio del sistema operativo, pero los niños etíopes hackearon el sistema consiguiendo poder modificarlo. A final la tablet de cada niño tenía una apariencia diferente, «customizándola» cada uno a su gusto. Esta fue una gran demostración de creatividad e inteligencia por parte de los niños.
Después de algunos meses los niños estaban usando con toda naturalidad estos dispositivos electrónicos, fueron observados recitando una canción sobre el alfabeto e incluso deletreando palabras en inglés. Un niño, que había usado en su tablet un juego educativo sobre animales, abrió una aplicación para dibujar y en ella escribió la palabra «Lion».
Está claro que los niños fueron capaces de aprender mucho sin que ningún profesor les enseñara nada, simplemente pudiendo acceder a una tecnología muy intuitiva y gracias a su curiosidad. Ahora desde One Laptop Per Child se preguntan….»¿Qué podemos hacer por esos 100 millones de niños alrededor del mundo que no van a la escuela? ¿Podemos darles una herramienta para leer y aprender, sin tener que proporcionarles escuelas, profesores y libros?
Según Negroponte, «si pueden aprender a leer, pueden leer para aprender».
— Dedico esta entrada a mis sobrino Tamagne, al que vi descubrir el interruptor de la luz y el agua corriente, y al poco tiempo utilizar un iPhone y una cámara de fotos, tras llegar de Etiopía —
Considero que es muy importante la labor de los educadores, pues una tablet nunca dará amor a estos niños y niñas, lo que si es verdad es que son muchos los que en lugares remotos no pueden acceder a un educador/a, a una educación, y para ellos, esto es una oportunidad de abrirse paso hacia el conocimiento.
Desde luego. Ojalá a todos los rincones pudieran llegar los educadores, que les darían mucho más que lo que les puede dar solo la tecnología. Pero bueno…al menos ahora tenemos esos medios tecnológicos que, por ser cada vez más fáciles de usar, pueden facilitar las cosas allí donde no hayan profesionales de la educación.
Muchas gracias Lina por tu comentario!
Hola de nuevo.
Comentando este artículo con mi cuñado, que es profesor, me confirma que este tipo de cacharros son muy buenos para el desarrollo de muchas habilidades en los chavales.
Muy buen artículo y muy interesante. También se lo he pasado a unos cuantos colegas que se dedican a la enseñanza y les ha encantado.
Sigue así.
Un saludo
Germán
Muchas gracias Germán!
Hola de nuevo.
No se muy bien que pasa, pero parece que tienes un fallo en el formulario de los comentarios de tu blog. En tus entradas no me aparece la opción, parece que lo de los botones de las redes sociales lo solapa.
Revisalo por si acaso…
Un saludo
Germán
Gracias Germán. Voy a mirarlo. Un abrazo!